En estas épocas del año lo normal es que vuelvan los fríos y las lluvias, sin embargo, durante los últimos meses, la ciudad de Vigo no ha hecho gala de su fama de lugar lluvioso. Así, el tiempo seco y luminoso, aunque frío, acompaña unas navidades llenas de luz. Pero cuando la lluvia hace acto de presencia sirve para reforzar la imagen romántica de una ciudad que en estas fechas es visitada por miles de personas. Eso es lo que puede comprobare en esta fotografía tomada en el Casco Vello, con los reflejos de las construcciones centenarias, impasibles al paso del tiempo.