Una puesta de sol de color rojo intenso avisa de un próximo día soleado y muy caluroso. Si la puesta de sol es de color amarillo entonces se avecina un día ventoso. Y la combinación de estos colores, debidamente interpretados, suministran información sobre el tiempo que hará al día siguiente. Incluso existen reglas para predecir el tiempo con antelación de varios meses. Algunas de esas pautas han terminado convirtiéndose en conocidos refranes: “cielo empedrado, suelo mojado”. Pero no sólo es la puesta de sol; la luna también tiene su protagonismo. Por ejemplo, cuando la luna se presenta con un halo a su alrededor como si fuera un huevo frito, eso indica que la lluvia está próxima. Todo esto demuestra que la sabiduría tradicional no es nada despreciable y que aún nos queda mucho por aprender de nuestros antepasados.