Miles de visitantes procedentes de diferentes localidades españolas, e incluso de países extranjeros, se dan cita en las calles y plazas de Vigo para disfrutar del espectáculo lumínico y del ambiente navideño. La luz y la música pretenden crear el ambiente navideño propicio, y la hostelería y el comercio local se benefician de un marketing tan brillante y exitoso que ya es imitado por otras poblaciones.
Sin embargo, la música que suena a través de los altavoces instalados en las calles resulta muy triste y muy alejada de lo que todo el mundo considera la música alegre de la Navidad. No sabemos quién o quiénes eligen esa música, seguramente en base a sus gustos personales.
La música que suena en las calles debe ser elegida según el gusto general y de lo que se pretende en estas fechas navideñas, para conseguir alegrar a todo el mundo y para estimular el ambiente y el comercio, y es preciso reconocer que la ópera y la música clásica no tiene demasiada cabida. Un error.