La espera valió la pena. La Ronda de Don Bosco, de Vigo, ya luce una nueva imagen, mucho más moderna y acogedora, adaptada a los tiempos que vivimos. La estatua de Don Bosco ha sido cambiada de ubicación al inicio de la nueva plaza, quizá un poco desplazada del protagonismo que le corresponde.
Destaca la nueva iluminación y un conjunto de grandes pérgolas de madera que crean unas zonas de sombra que favorecen el disfrute tranquilo en las terrazas de los locales de hostelería, y una serie de grandes bancadas de cemento que también invitan a un descanso en una plaza que está cada vez más concurrida.
A su vez, un conjunto de nuevos árboles sustituye a los añorados cedros gigantescos que desaparecieron por arte de birlibirloque. Además, el nuevo diseño contempla un pasillo balizado por unos bolardos iluminados para que los vehículos puedan circular —-a velocidad moderada—- sin molestar a los viandantes. La nueva plaza de la Ronda de Don Bosco, en su conjunto, constituye un acierto de actuación urbanística para disfrute de toda la ciudadanía.