Pocas personas recuerdan cómo era la Praza de Fernández del Riego, de Vigo, hace varias décadas. Sólo era un descampado en medio de la ciudad y nadie podía imaginar su estado actual. La superficie, de tierra, era aprovechada para que las compañías de circo que visitaban la ciudad montaran sus carpas, y el resto del año la zona permanecía vacía. Era un lugar inhóspito. Hace unas décadas se recuperó ese espacio urbano, se urbanizó y se construyó la plaza tal como se conoce en la actualidad, con la Praza de Fernández del Riego presidiendo el conjunto. Un acierto.
Hace muy poco se ha transformado y mejorado su superficie dotándola de bancos y nueva iluminación, además de zonas ajardinadas y numerosos detalles. La realidad actual, como puede comprobarse en las fotografías, nada tiene que ver con aquella imagen del descampado agreste, ahora es, en cambio, un gran homenaje a don Francisco.