Pero en pleno siglo XXI todavía quedan algunos resquicios que permanecen escondidos entre los edificios y que sólo son conocidos por los vecinos próximos o por quienes trabajan en pisos de oficinas o utilizan edificios de aparcamientos colindantes. La fotografía fue tomada desde la planta de un aparcamiento cercano a la calle del Príncipe y muestra lo que queda de una finca embutida entre edificios en la ciudad de Vigo.