Así resulta que Vigo, además de ser una ciudad llena de atractivos urbanos, disfruta de unas temperaturas cálidas y de un sol otoñal que resalta los colores naturales de su entorno y en particular de su ría y de las islas Cíes. En esta fotografía se observa una de tantas playas viguesas en las que la ciudadanía disfruta de un otoño de temperaturas estivales y de unos colores que en nada tienen que envidiar a los primaverales, porque la ciudad de Vigo, además de ser un lugar para vivir y trabajar, también es un inmejorable destino para disfrutar.