El caudal está bajo mínimos como consecuencia de la sequía de los últimos meses. Sin embargo, aquí, en Galicia, el agua nunca falta y tarde o temprano llegarán las lluvias y las tormentas. Al fin y al cabo, Galicia no sería una tierra verde si no fuera por la humedad. En la fotografía, el parque de Castrelos luce esplendoroso en un día soleado con los más pequeños de la casa jugando en el parque, algunas personas practicando deporte, y los mayores paseando o descansando en un entorno inigualable, todos ellos despreocupados. Al fin y al cabo, el caudal del río Lagares pronto llegará a sus niveles acostumbrados en los meses de otoño e invierno gracias a las lluvias anunciadas, que ya comienzan a ser una realidad. Poco le queda, por lo tanto, a la sequedad que muestra la imagen.