Su vida transcurre tranquila y lenta, asociada a la imagen de longevidad y en contraste con el bullicio de la ciudad más grande e industrial de Galicia. No sabemos cómo ha llegado la tortuga hasta ese lugar, sin embargo, sea como fuere, se debiera respetar su espacio y sus costumbres, como el de muchas aves que también viven en el parque, para que la presencia de todo el conjunto siga enriqueciendo este entorno en el que también podrían coexistir muchos otros animales como conejos y ardillas, como ocurre en otros parques.