A pesar de que el vino sea el mismo, lo cierto es que no produce las mismas sensaciones si se bebe en un recipiente de cristal, de plástico o de cerámica; y tampoco si el recipiente es un simple vaso, una copa o una taza. La taza, la cunca, produce un efecto singular al bebedor de vino, ya sea un vino blanco o un vino tinto. En este último caso, el vino tinto llega a pintar el blanco de la taza creando un fuerte contraste, muy agradable a la vista. El “Orensano” es uno de esos lugares donde todavía se puede degustar un buen vino en cunca. Está ubicado en el número siete de la calle Zamora, de Vigo. Y allí mismo también se pueden saborear platos típicos como oreja, calamares, pulpo…, y platos de caza en temporada. Un lugar con manjares de calidad y con un esmerado y rapidísimo servicio.