La fotografía, de autor desconocido, muestra una etapa de la construcción del edificio Faraday, perteneciente a la antigua Escuela de Transmisiones de la Armada (ETEA), de Vigo, que comenzó a funcionar en 1916 y que en el año 2002 fue trasladada a Ferrol. En ese momento, el conjunto de la escuela, incluyendo sus instalaciones deportivas y una piscina, impecables y en perfecto estado de funcionamiento y conservación, fue cedida para otros usos no militares. Sin embargo, ahora, a mediados del años 2024 y al cabo de veintidós años, esas instalaciones siguen a la espera de una puesta en marcha debido a las desavenencias entre las administraciones implicadas. Al cabo de esos 22 largos años todo sigue como el primer día: todo son conversaciones y grandes proyectos, pero la realidad tangible es la que cualquiera puede comprobar con una simple visita a lo que antes era un orgullo para la Armada e incluso para la propia ciudad de Vigo y los vecinos de su entorno más cercano. De ningún modo se justifica la incompetencia de los administradores públicos. Una auténtica vergüenza.