La vida se nos ha ido llenando de mandos. Incluso se han inventado mandos que pueden abarcar el funcionamiento de varios aparatos. Pero la tecnología sigue avanzando y ahora es el teléfono móvil el que asume esas mismas tareas. Con el pequeño aparato telefónico y la ayuda de internet se pueden controlar no sólo los dispositivos de audio y de video, sino también los electrodomésticos y los elementos domóticos, desde cualquier rincón del mundo. Puede afirmarse, sin temor a equivocarnos, que ya comienzan a sobrar todos esos mandos que ahora se amontonan en las casas, porque tienen la vida contada. El futuro ya está aquí.