Nos referimos a los vehículos de dos ruedas en paralelo o incluso a los de una sola rueda, planteando equilibrios casi imposibles que sólo son explicables con las complejas leyes de la física. Pero en todo este mar de transformaciones, los cochecitos de bebés siguen siendo básicamente iguales, cambia el recipiente donde va el bebé, que puede ser más grande o más pequeño, pero el conjunto siempre va sobre tres o sobre cuatro ruedas.
Lo que resulta muy curioso es que, a veces, como puede observarse en la fotografía, quien empuja el cochecito lo hace calzando unas botas de patinar con cuatro ruedas en linea, quizá para poder controlar mucho mejor las prisas de estos nuevos tiempos, en los que la vida va sobre ruedas.