Luis Casado Fernández (Ksado) fue un pionero de la fotografía y de los negocios. Porque, hace un siglo en Vigo, el fotógrafo Ksado derrochó imaginación para crear fórmulas para comercializar sus imágenes. Sus catálogos turísticos, sus anuarios y sus colecciones de cromos son hoy auténticas joyas, que nos hacen viajar al Vigo de los viejos años veite.
Un buen ejemplo es su serie ‘Visite Galicia’ publicada en 1929, una serie de viñetas que reproducen fotografías de ciudades, parajes naturales y tipos del país, que fue publicada con los materiales de un viaje realizado en 1929 junto al periodista José Seijo. Las vistas generales de Vigo y de su ría se combinan con estampas de la vida cotidiana, como una mujer que se recoge ante la lareira de su casa, o las lavandeiras que lavan la ropa junto a un río.
Autor a la vez artístico y popular, Ksado fue muy reconocido en su tiempo. Nacido en Ávila en 1888, desarrolló su carrera a caballo entre Vigo y Santiago, donde falleció en 1972. Y en su trabajo destacan sus ‘Estampas de Galicia’, un original libro de fotografías que quería retratar el país a través de 405 imágenes que podían comprarse sueltas y pegarse en su álbum como cromos. La Guerra Civil en 1936 frustró la continuación del proyecto.
Ksado y Pacheco, fotógrafos de Vigo
Luis Ksado aprendió su oficio del fotógrafo José Pacheco, de una dinastía de fotógrafos que llegó de Portugal primero a Ourense y luego a Vigo. En su caso comenzó en Santiago de Compostela, donde fue el responsable de fotografía del diario Galicia en 1915 y abrió estudio en el número 23 de la rúa do Vilar. Poco más tarde, en 1922, Ksado abre su estudio en la calle del Príncipe, en Vigo, ciudad a la que se traslada a vivir. Y es en la ciudad olívica donde lanza su carrera, con la publicación de iniciativas novedosas, como su Catálogo de Vigo, donde se anuncian las marcas punteras de la época, junto a cuidados reportajes de la historia y de la actualidad local.
El fotógrafo Llanos hizo un retrato de Ksado en su despacho que acompañamos este reportaje. Ksado fue también un notable reportero de prensa y sus fotos aparecieron en ABC, La Vanguardia, Faro de Vigo, El Pueblo Gallego, Vida Gallega o La Esfera. También en periódicos americanos como el argentino La Nación. También publicó en la revista Nós, además de ser un activo participante en el Seminario de Estudos Galegos.
Coleccionable
La primera versión de un álbum de fotografías coleccionable la lanzó en 1927 con ‘Estampas Compostelanas’, que cosecha un gran éxito con sus imágenes de la ciudad del Apóstol y de su catedral. Así que se anima y, poco después, llega su obra más reconocida: Estampas de Galicia, que se publica en 1936, donde Ksado hace una selección de 405 imágenes de vistas, paisajes y monumentos. Presentadas en formato de cromos, el propio fotógrafo reconoce en el prólogo que quiere ofrecer “con un alarde de riqueza fotográfica, las bellezas urbanas, panorámicas, costumbristas y monumentales de Galicia”.
Se tiraron 10.000 ejemplares, que en buena parte fueron adquiridos por el Patronato Nacional de Turismo. Así lo definía la prensa cuando se presentó el álbum: “Es la obra más perfecta que se ha hecho en relación con el turismo en nuestra región”, afirmaba Faro de Vigo. Y en la introducción decía el propio Ksado: “Al ofrecer este gran exponente de los auténticos valores de la región, al presentar por vez primera, con un alarde de riqueza fotográfica, las bellezas urbanas, panorámicas, costumbristas y monumentales de Galicia, ha guiado a sus realizadores el propósito de satisfacer ampliamente el vivísimo anhelo de millares de entusiastas gallegos, de aquí y de América, de contar con una obra completísima, presentada con decoro artístico y material”.
Impacto de la emigración
Además de su valor turístico, no olvidemos el impacto que estos álbumes de fotografías podían tener para la emigración. Podemos imaginar las lágrimas vertidas por los miles y miles de emigrantes que volvían a ver su tierra desde América muchos años más tarde.
También por esta razón tuvo el fotógrafo Ksado en vida un gran reconocimiento, con exposiciones en Buenos Aires, Vigo o Madrid, donde hubo una antológica en el Palacio de Cristal. Para muchos, fue el primer fotógrafo gallego considerado un artista por sus propios contemporáneos.
Luis Casado Fernández falleció en Santiago en 1972. Pero aquellas viejas estampas de Vigo y de toda Galicia constituyen para siempre una joya tanto de la fotografía como de la imaginación mercantil.
Otros artículos de Eduardo Rolland:
Vigo en 1830, en la pionera descripción de Sebastián Miñano
Aquella última nevada en Vigo de 1987
Azaña, enamorado de Vigo: “Es novísimo, rico y a todo lujo”
Vigo, en las imágenes aéreas del Vuelo Americano de 1946 y 1956
1946: Cabalgata de Reyes para niños ‘con carné de pobre’
250 años del nacimiento de Cachamuíña
Cuando tocó la Lotería de Navidad en la Casa de la Collona
La Navidad de la gripe del 18 en Vigo
La importancia de apellidarse Vigo
El río Oitavén, verdugo de un escándalo en TVE
Vigo, en la Lucha contra el Enemigo Mundial
50 años del Citroën GS, un éxito también vigués
Siete historias clave de la fortaleza del Castro
Los cinco buques de guerra «HMS Vigo»
“Si las mujeres saben coser, ¡bien pueden aprender a conducir!”
Cuando Nostradamus ‘profetizó’ la batalla de Rande
130 años de la calle Elduayen, la primera Travesía de Vigo
Pases pro bus: 40 años de una revolución en Vigo
La ‘Captura de Vigo’: la olvidada invasión británica
La Toma de Vigo vista desde Inglaterra
Verdades y mentiras del «Polycommander»