En 1936, el fotógrafo alemán Erich Andres desembarcó en el puerto de Vigo para recorrer España y retratar la retaguardia de la Guerra Civil. Dejó imágenes costumbristas de un país que se desangraba, recorriendo un largo camino hasta Tetuán y su posterior salida desde Lisboa.
Sus fotos están tomadas desde la perspectiva fascista, la de un autor nazi que más tarde trabajaría oficialmente para la Compañía de Propaganda de la Luftwaffe. Pero esa perspectiva no resta ni un ápice de interés a su trabajo, donde la guerra no está presente, pero es imposible dejar de verla escondida en cada imagen o acechando fuera de cuadro.
Niños con brazo en alto
En Vigo, Erich Andres dejó dos docenas de fotografías que retratan a niños jugando a soldados, a gente en los cafés brazo en alto o dando vivas a desfiles falangistas. También, retratos generales de la ciudad en 1936, poco después de que haya triunfado el golpe de estado y cuando aún hay cientos de presos en las cárceles locales o se sigue fusilando a republicanos en los montes, en las cunetas o en los muros del cementerio de Pereiró. Ese es el telón de fondo, no retratado, de lo que vemos en cada imagen.
Andres había nacido en 1905 en Leipzig y comenzó como autodidacta, tras instalarse en Hamburgo, donde ganó un concurso fotográfico amateur que le abrió las puertas de la prensa independiente. Gran viajero, recorrió Yugoslavia, Grecia, Italia o Albania, enviando fotos a la prensa alemana.
Juegos Olímpicos de Berlín
Con el ascenso del nazismo, comenzó a despuntar, documentando actos oficiales de Hitler como la botadura de los cruceros Wilhelm Gustloff , Robert Ley y Bismarck. Más tarde, fue acreditado como fotógrafo de los Juegos Olímpicos de Verano de 1936 en Berlín, el gran momento de exaltación internacional de la imagen de la Alemania nazi.
Ese mismo año, tras el golpe de Estado de Francisco Franco en España, es autorizado por el Ministerio de Propaganda para viajar por el país, retratando la guerra civil desde la perspectiva de los fascistas. Fue así como Erich Andres llegó a Vigo a bordo de un trasatlántico en la primera escala de su viaje para realizar sus fotografías. Y nos dejó estampas increíbles sobre la vida en la retaguardia, la vida diaria de los vigueses en aquel fatídico año de 1936.
Vendidas por su viuda
Las fotografías de Vigo se conservan en el Centro Documental de la Memoria Histórica, que las compró en el año 2014, después de que la viuda de Erich Andres las hubiese vendido a una compañía privada alemana.
En las imágenes, vemos a niños vigueses que juegan a la guerra en los descampados de la ciudad, desfilando o haciendo el saludo fascista. También observamos a los ciudadanos en un café de la calle del Príncipe, o a militares en el puerto, contemplando los buques. Hay varias fotografías de soldados embarcando en los trenes en la estación de Urzaiz, con destino al frente de guerra. Y otras donde observamos los viejos soportales de O Berbés, todavía llenos de vida hace ya casi un siglo.
Imágenes de la derrota nazi
Erich Andres continuó desde Vigo su ruta como fotógrafo, atravesando la península ibérica y el estrecho hasta Tetuán. A su regreso a Alemania, fue llamado al servicio militar, que completó en la compañía de propaganda naval. Cuando la derrota nazi era evidente, el fotógrafo se hallaba en la ciudad de Hamburgo, que documentó secretamente con sus fotos, que estaban prohibidas.
Esto permitió conservar algunas imágenes del infierno desatado por la Operación Gomorra de la Royal Air Force británica, en la que murieron más de 50.000 hamburgueses y hamburguesas bajo una lluvia implacable de bombas, mientras la mayor parte de la ciudad y de su puerto fueron reducidos a cenizas.
Tras la guerra mundial, Erich Andres volvió a trabajar como fotógrafo de prensa, ya en el lado occidental. En 1992, murió a los 86 años y su viuda decidió comercializar su colección de imágenes, de las que una parte acaba de ser adquirida por el Ministerio de Cultura y nos permite hoy viajar al Vigo de 1936, cuando la guerra civil se reflejaba en la vida diaria mientras llamaba a las puertas de la ciudad.
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