Incluso algunos cruceros de lujo las tienen señaladas como parada obligatoria para que sus pasajeros observen su flora y su fauna, y para disfruten de los bosques frondosos y de las playas con arena extremadamente blanca y de sorprendente finura, con aguas cristalinas que permiten, a su vez, observar especies marinas de todo tipo. Además, las Islas Cíes están cargadas de historia desde el tiempo de los fenicios, fueron visitadas por los romanos, y constituyeron un refugio de piratas de diferentes latitudes. Durante la época estival se alcanza el límite de visitas establecidas, y cada vez van destacan más sobre cualquier otro destino turístico de ámbito mundial. Ahora sólo falta que sean reconocidas como Patrimonio de la Humanidad, iniciativa que promueve el Concello de Vigo y la Diputación de Pontevedra. Por lo pronto, esa imagen que se recorta en relieve sobre el horizonte y que invita a visitarlas.