«A las once de la mañana se hacen a la vela, con rumbo a Gibraltar los buques de guerra Nervión y Astuto, en los que se han embarcado los componentes de las Juntas revolucionarias de Santiago, Pontevedra y Vigo. En su persecución venía ya, desde Ferrol, una escuadrilla formada por los vapores Isabel II, Vulcano y Villa de Bilbao, que no llegaron a dar alcance a los fugitivos…
La población de Vigo quedó sin autoridades, desde la noche anterior, en medio de gran nerviosismo y desorientación. Las fuerzas de la guarnición no comprometidas en la revuelta, liberaron al Coronel Don Luis Lemy, que se hallaba prisionero en el Castro, y dicho militar se encargó del mando de la tropa, reorganizando inmediatamente el Ayuntamiento gubernamental, que presidía D. Francisco Rodríguez Arias, y había sido depuesto por los sublevados. «Con el pronunciamiento fracasado de 1846 se cerró en la historia de Vigo -dice J. de Santiago- el cielo de los movimientos insurreccionales cuya iniciativa tomaba esta liberal ciudad, pues fueron dolorosas las enseñanzas que habían sacado sus habitantes”.
26 de abril de 1846. Xosé María Álvarez Blázquez. «La Ciudad y los Días. Calendario Histórico de Vigo» (Ediciones Monterrey, 1960).