Sin olvidar el hecho de que muchas personas no respetan los bienes públicos y que pisan y arrancan las plantas como si fueran de su exclusiva propiedad. Debemos recordar, una vez más, que todas las humanizaciones y todos los ornamentos públicos los paga toda la ciudadanía, y son de todos. Y algunos se lo toman muy en serio. En este sentido, ya hace tiempo que venimos observando la gran belleza que presentan las jardineras que están frente al colegio de los Salesianos, en la Rúa Venezuela.
En cierta ocasión tuvimos la duda de que un hombre, posiblemente perteneciente a la congregación, cuidaba con esmero de aquellas plantas tan lucidas. Y finalmente conseguimos confirmar nuestras sospechas, tal como muestra la fotografía. El hombre, provisto de los enseres necesarios y doblando su espalda, prepara la tierra, abona y riega las macetas que luego presentan una imagen realmente espectacular. Ese hombre merece, como mínimo, la gratitud de todos.