Sin embargo, el motivo y el coste de esas obras denominadas “humanizaciones” no se reduce al cambio de esa imagen visible formada por aceras y asfalto, sino, sobre todo, a la renovación de las infraestructuras que están bajo tierra, a las conducciones de todo tipo que, en su mayoría, ya estaban obsoletas o muy deterioradas por el paso del tiempo, como puede comprobarse en esta fotografía. Esos desperfectos subterráneos estaban provocando numerosas incomodidades y cortes de unos servicios que resultan imprescindibles, y estas obras de mejora servirán, sin duda, para evitar molestas averías y mejorar la vida urbana.