Esto es lo único que ha quedado de un columpio arrasado por los actos vandálicos. Cierto que es muy difícil controlar y evitar los actos antisociales vinculados con el deterioro del mobiliario urbano, pero ese desperfecto que se observa en la fotografía lleva mucho tiempo sin reparar y ya es hora de hacerlo, por la seguridad de los más pequeños y para evitar que estos destrozos puedan ser el origen de otros mayores.