Así era el Camiño dos Anxos, de la ciudad de Vigo, antes de su humanización. Era un embudo que apenas servía para conectar la Rúa López Mora a la altura del cruce de Peniche con la Rúa Menéndez Pelayo, donde también existía otro estrechamiento formado por un camino de tierra de pocos metros de ancho y de poca longitud. Esas pequeñas casas que se observan a la derecha, en las que existía un bar y en su día una oficina del fielato, corresponden a la zona donde ahora está la Plaza das Apertas, diseñada por Antón Pulido. Pero esta fotografía fue tomada hace años y nada tiene que ver con la calle actual. En su día, el Concello abrió ese embudo así como también el de la Rúa Menéndez Pelayo, llevando a cabo una humanización que no debe quedar en el olvido.