En el centro de la ciudad de Vigo hay varias calles que tuvieron su momento de esplendor comercial. La Rúa Elduayen fue una de ellas, con conocidos establecimientos que el tiempo fue cerrando y llevando al terreno del olvido. A la Porta do Sol le ocurrió lo mismo y ahora, con la remodelación que está casi finalizada, sin duda volverá a resurgir. La lista se engrosa con calles como Joaquín Yañez o como la Rúa López de Neira, que llegó a ser conocida como la “calle de la moda”; o el tramo superior de la Rúa Colón, que tenía importantes comercios cuya fama trascendía al resto de Galicia, Portugal y España.
Pero la calle comercial por excelencia en la ciudad de Vigo siempre fue la Rúa Príncipe. Con el paso del tiempo la zona comercial se fue extendiendo —-incluso desplazando—- al lado derecho de la Rúa Urzaiz, constatando la influencia que en ese desplazamiento y en el cierre de algunos negocios tuvo la apertura de El Corte Inglés.
En estas calles comerciales, sobre todo en la Rúa Príncipe, los alquileres de los bajos comerciales resultan prohibitivos y se llegó a comentar que el metro cuadrado igualaba el de algunas capitales de otros países. Por diferentes motivos, quizá primordialmente los alquileres, de un tiempo a esta parte, muchos locales de esa céntrica arteria viguesa han ido cerrando sus puertas, aun cuando sigue conservando la misma fama de calle comercial principal y a aún permanecen abiertos algunos comercios de renombre. Sin embargo, es preciso no olvidar la evolución histórica del comercio en la ciudad de Vigo y no tirar demasiado de la cuerda de los alquileres. A veces también se puede morir de éxito, y esa parte superior del maniquí que muestra la fotografía, abandonado a su suerte sobre un banco de la calle, podría representar el inicio de la decadencia.