Si piensas en una banda que nació en Vigo, tal vez digas Siniestro Total, Aerolíneas Federales, Golpes Bajos o Los Piratas. Pero pocos mencionarían a Los Chichos. Y, sin embargo, el mítico trío rumbero nació en un local de esta ciudad, en la sala Elektra, donde dieron el primer concierto de su carrera hace ahora medio siglo. De hecho, el propio nombre lo decidieron horas antes de saltar al escenario, a bordo del tren desde Madrid, en el que vinieron ensayando el que sería su primer single, grabado al año siguiente, en 1973: “Libre, libre quiero ser”.
La sala Elektra, situada en la calle Urzaiz (en aquel momento, llamada “José Antonio”), era una gran sala de fiestas que se había inaugurado en enero de 1972 con un recital de Los Canarios, con Teddy Bautista. No habían logrado traer a Tom Jones, como si hizo más tarde la sala Nova Olimpia, pero sí a un tal Tim Jones, un artista británico que se presentaba como hermano del Tigre de Gales. Así que el local alternaba artistas consagrados con promesas musicales y es aquí donde hacen su aparición Los Chichos.
Como tantos grupos, Los Chichos nacieron un poco por casualidad. Los hermanos González Gabarre, Emilio y Julio, eran dos chavales que se ganaban unos duros cantando por bares de Salamanca y Madrid. Un día conocieron a un promotor, Eduardo Guervós, que decidió representarlos. Y comenzó a buscarles conciertos. Pero ninguna sala de la capital apostaba por ellos. Por lo que empezó a sondear el mercado “de provincias”. Y la primera oportunidad se la dio Vigo. En la biografía oficial del grupo, publicada por Universal, su discográfica, Emilio Gabarre lo cuenta así: “Sería en Galicia, en Vigo, en la sala Elektra, una de esas discotecas muy conocidas del lugar, por darse cita a grandes artistas de todos los estilos… Por fin una actuación buena”.
El problema, al parecer, es que el escenario de la sala Elektra era muy grande y, según cuentan, el propietario sugirió que quedaría más apropiado un trío que un dúo. Y es ahí donde aparece ‘el del medio de los Chichos’. Mientras cerraban el contrato, los hermanos Emilio y Julio conocen a Juan Antonio Jiménez, cantante y percusionista, conocido como “Jero” porque su familia, “Los Ajeros”, vendía ajos por las ferias. El fichaje se suma a la banda y acepta viajar a Vigo por una fortuna de la época: dos mil pesetas.
Que nacían en Vigo como grupo lo demuestra el hecho de que ni siquiera tenían nombre. Lo decidirán para que la sala de fiestas viguesa pueda imprimir los carteles de sus actuaciones: “Los Chichos”. Parece ser que ‘Chicho’ era el apodo de uno de los componentes del trío. En el trayecto en el expreso desde Madrid, van ensayando temas, que “Jero” lleva apuntados en una libreta. Uno de ellos es “Libre, libre quiero ser”, que se convertirá en el primer hit del grupo e su primer disco de estudio, grabado con Fonogram unos meses más tarde de su actuación viguesa, ya en 1973. En ese primer sencillo, suenan también otros dos temazos que enseguida agotan las copias a la venta: “Ni más ni menos” y “La historia de Juan Castillo”.
Pero el estreno de estas grandes canciones se ha producido en el otoño de 1972 en la sala Elektra, ante un público vigués anonadado con ese trío vallecano hasta entonces desconocido. “Gracias por haber venido. Es nuestra primera actuación. Esperemos que les gusten y toquen mucho las palmas, que hace mucho frío”, afirman ante el público vigués. Es en ese momento cuando deciden que “Jero” actúe entre los dos hermanos. Muchos años después, el grupo Estopa lo recordará como “El del medio de Los Chichos”.
La actuación en Vigo es un éxito. En la biografía del grupo, aseguran que el dueño del Elektra fue a los camerinos a pedirles que les firmasen más fechas. “No paraban de aplaudirles, de gritar, de dar palmas, se levantaban de sus sillas”, recuerda Emilio. De regreso a Madrid, el concierto de Vigo sirve de pasaporte para nuevos contratos. Finalmente, fichan por la casa Philips y se convierten en uno de los grupos con más venta de la historia de la música en España: más de veinte millones de álbumes vendidos hasta la fecha.
“Ni más ni menos”, “Son ilusiones” o “Para que tú la bailes” se convertirán en grandes hits de la rumba más popular. Curiosamente, en Vigo esa música será también la banda sonora de los barrios más conflictivos de la ciudad, como Vichita, A Ferrería o la calle Marín, en Coia. En la crisis de los años 70 y 80, con la reconversión industrial y el cierre de astilleros, los polígonos obreros se convierten en un hervidero propio del cine quinqui. Es una generación que vibra con “El Vaquilla”, a quien por cierto Los Chichos dedicaron un tema.
Así que hace ahora medio siglo nacían en Vigo Los Chichos y sonaba por primera vez en un escenario, en la histórica sala Elektra, su tema convertido en himno: “Libre, libre quiero ser”.
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