Antaño, además de los paraguas para el invierno también existían las sombrillas para el verano. En este sentido, conviene recordar que hace varias décadas muchas mujeres utilizaban coquetas sombrillas en combinación con vistosos abanicos para protegerse del sol y mitigar el calor, consiguiendo, si lo estimaban oportuno, un lenguaje mediante gestos sutiles y muy estudiados que ya se han perdido en esta época en la que todo son prisas y en la que el romanticismo va camino de perderse en la memoria.