Este tipo de globos, casi invisibles, ofrecen una curiosa visión del conjunto, puesto que ellos pasan casi inadvertidos, como si no existieran, mientras que el hilo que sujeta estas esferas parece estar suspendido en el aire por arte de magia. La fotografía es una muestra de ello. En ella aparece un grupo de viandantes acompañando a una niña que lleva sujeto con la mano uno de esos globos. La baja velocidad de la fotografía ha hecho el resto y las luces del cordón parecen formar una escalera hacia lo alto, hacia el país de las ilusiones donde todo es posible.