Se trata de una cafetería tranquila y de trato agradable en la que la gente puede conversar de modo distendido y, si lo desea, también puede disfrutar con los juegos de mesa que están a disposición de los clientes. El local, que tiene un gran encanto, es de reducidas dimensiones y destaca la curiosidad de su estrecha y empinada escalera para acceder a los pisos superiores. El establecimiento constituye una visita recomendable y divertida porque el cliente realmente tiene la sensación de estar en el más allá, en el mismo centro de la ciudad de Vigo, pero alejado del bullicio urbano.