Los vientos fuertes podrían llegar a favorecer la navegación deportiva a vela, pero la intensa fuerza del viento y las mareas vivas, con grandes olas, traspasan el límite de la prudencia para quienes sólo pretenden disfrutar con la naturaleza en el marco incomparable de la Ría de Vigo. Habrá que esperar a que el tiempo amaine para que esa mala mar se torne diferente y los miles de aficionados a navegar, sea a vela o a motor, vuelvan a decorar las aguas de la ría.