Los estancos están sufriendo una profunda transformación. Con las restricciones legales y los consejos médicos cada vez se fuma menos. Aquello de vender tabaco y papel timbrado ya no es tan buen negocio como antes.
Los estancos de hoy en día, además de vender tabaco, también venden prensa, libros, refrescos, artículos de regalo y telefonía, y trabajan como puntos de recogida de paquetería. Incluso en algunas poblaciones hay estancos que llegan a vender discos de música. Así las cosas, no sería nada extraño que en algún caso llegaran a decidirse por la venta e ropa, o de comida.