Esta es la imagen de la orilla de una playa de Vigo, muy refrescante y por lo tanto muy apropiada para un verano que está resultando tórrido para estas latitudes. De cualquier modo, las temperaturas de Vigo y sus alrededores resultan mucho más benévolas en comparación con las que se están alcanzando en levante y en el sur peninsular.
Está claro que a la belleza de nuestros alrededores entre las que destacan las islas Cíes y las playas de arena fina y blanca se suma, también, además de la gastronomía, un microclima singularmente benévolo, un elemento que habría que incorporar a nuestras campañas turísticas. Y el mar de Vigo como denominador común.