Los forasteros están convencidos de que en Galicia se consume marisco un día sí y otro también. Pero todos sabemos que la realidad es bien diferente porque el precio aquí también es elevado. Además, existen las restricciones propias de las temporadas de veda. Sin embargo, hace muchos años, cuando la demanda era muy inferior y aún no existía ningún tipo de control, la gente recogía el marisco que le daba la gana en las rocas y en los arenales.
Pero hoy en día existe una lógica reglamentación y sólo pueden mariscar las personas profesionales cuando las especies están en temporada. Aún así, siguen existiendo personas que recogen marisco de un modo furtivo, o bien por ignorancia o porque el respeto a los demás y a las reglas les importa un bledo.
Así, no es extraño que ahora que se acerca la temporada veraniega, en la que el consumo de marisco se dispara, sea preciso poner carteles de advertencia como el que aparece en la fotografía, tomada en la playa de Arealonga.