“Máscara Verde es el personaje más audaz y valiente de todos los creados hasta ahora, pues su arrojo y temeridad quedan bien patentes en todas sus acciones y aventuras”. Así anunciaba la editorial Cíes cada lanzamiento de su mayor héroe del cómic, el valeroso “Máscara Verde”, quien siempre “defiende una causa justa para desenmascarar a los traidores”. “¡Luchas emotivas! ¡Acción constante! ¡Dinamismo!”, proclamaba la contraportada de estos tebeos que comenzaron a lanzarse en 1949, aunque sólo alcanzaron los 14 números, hoy considerados una pequeña joya de coleccionista.
“Máscara Verde” era el segundo intento de la editorial Cíes para triunfar en el mundo del cómic. Dos años antes, en 1947, habían lanzado “Cobra blanca”, las aventuras de un pirata pendenciero que habían pasado con menos gloria de la esperada. En el nuevo proyecto se contrató al dibujante Félix Borné, que ya había despuntado con las ilustraciones interiores de varias novelas de vaqueros con las que la editorial viguesa triunfaba a través de su colección Rodeo, que vendía miles de ejemplares de los casi cien títulos que lanzaba cada año.
Fundada en 1943 por el librero vigués Eugenio Barrientos, la editorial Cíes arrasaba con sus novelas de bolsillo ambientadas en el Salvaje Oeste, buena parte de ellas firmadas por Marcial Lafuente Estefanía, ingeniero encarcelado y represaliado tras la Guerra Civil, que cuando logró salir de prisión terminó instalándose en Vigo con su familia, recurriendo a estos textos de vaqueros para ganarse la vida, algo que no sólo consiguió sino que triunfó absolutamente.
El historiador vigués José Ballesta dirigió en 2012 un magnífico largometraje documental titulado “Marcial Lafuente Estefanía. Galicia máis oeste que nunca». Aquellas novelas que se vendían o intercambiaban en los quioscos fueron un éxito en toda España e incluso se exportaban a América desde el puerto vigués.
Fue por ello que, a los cuatro años de iniciar el negocio, los Barrientos idearon expandirse también al mundo de la historieta gráfica. Y, tras aquel pirata Cobra Blanca, la gran apuesta fue Máscara Verde, de la que se lanzaron catorce álbumes de títulos tan sugerentes como “Aguas tenebrosas”, “Conjura infernal” o “Héroes en acción”. En sus aventuras, el enmascarado verde, hábil con la espada y con un lenguaje socarrón, podría compararse con El Guerrero del Antifaz, que había salido unos años antes, en 1944.
Borné era el autor tanto de los dibujos como del guion, que ambientaba en una época pretendidamente medieval y espacios tan sugerentes como la Venecia del Gran Dogo. Sin embargo, no tuvo la recepción esperada y la colección terminó por cancelarse. Poco después aparecía “Rodeo infantil”, otro lanzamiento que intentaba recrear para niños el éxito de las novelas de vaqueros que la viguesa editorial Cíes vendía bajo la marca “Rodeo”. También funcionaban sus novelas policíacas bajo el título “Biblioteca X”, en la que también colaboraba la que sería otra gran figura del “pulp” en castellano: Corín Tellado, quien también publicó en otra colección, titulada “Princesita” con la que los editores Barrientos quisieron conquistar al público femenino.
La editorial Cíes, fundada en Vigo en 1943, pervivió hasta 1958 bajo el signo de un formidable éxito, que extendió las novelas de vaqueros como un fenómeno editorial por toda España. En 1949, apostaron también por la historia gráfica y, con el dibujante Borné, dieron a la imprenta al más “audaz y valiente”, todo “arrojo y temeridad”, el primer superhéroe vigués del cómic: “Máscara verde”.