Sin embargo, este hombre no ha resistido y se ha puesto a probar ese modelo que parece sacado de una película de ciencia ficción: dos ruedas en paralelo bajo un balancín que mediante la posición de los pies controla el movimiento. El instrumento se llama “hoverboard” y tiene una difícil estabilización que controlan muy bien los más jóvenes. Pero este hombre también ha tomado sus medidas. Tal como puede apreciarse en la fotografía, se ha puesto ropa holgada y un casco en la cabeza por si las caídas resultan peligrosas; lo que se dice un hombre precavido.