Entre los jóvenes, cualquier disculpa es buena para hacer una fiesta: un cumpleaños, una despedida, el aprobado de algún curso o de alguna asignatura difícil, la graduación… En la mayoría de las ocasiones se utilizan máscaras o disfraces que incluso pueden ser de cuerpo entero. Pero la juerga puede hacerse con una careta acertada, simplemente. El mundo del cine ha aprovechado esa moda de las caretas y disfraces, que no es nueva, por cierto, y cuya imagen más popular está en los carnavales de Venecia. El cine ha llevado los disfraces y las caretas a un protagonismo que luego se traduce en una moda. La caracterización abarca desde las películas infantiles y otras de adultos hasta las historias de terror. En la fotografía podemos observar una careta que alguien abandonó luego de una fiesta. Se trata de una careta asociada a una película de terror. Y lo curioso es que ese mismo tipo de careta también fue utilizada hace poco tiempo en una serie española de gran éxito en todo el mundo: “La casa de papel”. Sin embargo, conviene recordar que en la España de Franco no se podían utilizar caretas que cubrieran la cara e impidieran la identificación. Cuando había un baile de disfraces era preciso sacar la careta para permitir la identificación a la entrada del local. Y a pesar de todo seguían celebrándose las fiestas de Carnaval, pero con la cara descubierta.