Lo cierto es que los baños de mar, cuyas aguas son ricas en muchos tipos de sustancias, están considerados como muy saludables. Además, el caminar descalzo sobre la arena húmeda de la orilla resulta muy beneficioso para eliminar las durezas y suavizar la piel de los pies. Estas son unas actividades que suelen desarrollarse en la temporada estival, sin embargo, a pesar de la llegada del invierno, algunos grupos de personas jubiladas aprovechan para seguir reuniéndose y disfrutando de unas playas casi desiertas, siempre que el tiempo lo permita. Allí continúan con esas costumbres que los demás mortales, doblegados ante las obligaciones laborales, observan como un lujo inalcanzable.