Esta foto está tomada hace sólo unos días y resulta bastante extraña. Como puede verse, se trata de la Porta do Sol de Vigo, el centro neurálgico de la Navidad. Lo curioso es que en el momento de captar la imagen la plaza no estaba repleta de gente, como suele ocurrir en estas fechas.
Así, pueden observarse grandes espacios que permiten caminar e incluso detenerse para disfrutar del tiovivo y del descomunal árbol con su estrella en lo alto, no menos descomunal, también. Lo cierto es que esta situación resulta un pequeño alivio para que la ciudadanía de Vigo pueda disfrutar un poco de su propia ciudad, tomada por multitudes llegadas de diferentes lugares.
Porque son tantos los forasteros que llenan las calles del centro que resulta bastante difícil coincidir con gente de Vigo. Está claro que la Navidad de Vigo ya resulta ser algo más que un simple negocio; se trata de una industria que genera mucho trabajo y riqueza —aunque no para todos—, sin embargo, como decimos, un poco de descanso tampoco está nada mal.