Las nuevas normas de consumos energéticos conllevan restricciones severas y muchos rincones de los pueblos y ciudades de España se quedan en penumbra o incluso en la oscuridad. La ciudad de Vigo tampoco es una excepción. Sin embargo, ya antes de esas restricciones algunos monumentos quedaban oscurecidos y deslucidos al caer la noche.
La Praza da Independencia es un buen ejemplo y en la fotografía puede observarse el estado triste y sombrío que ofrece un monumento tan insigne para la ciudad de Vigo. La solución para alegrar este y otros rincones de la ciudad no resulta tan costosa.