De las últimas noticias se deduce que el Puerto de Vigo pretende acercar el mar a la ciudadanía de tal modo que incluso se pueda bañar, como ocurre en otras ciudades. Al hilo de este asunto hemos encontrado esta fotografía de los años sesenta que estaba guardada en lo más profundo del archivo. En primer término puede observarse una de las bateas que era utilizaba conjuntamente con otra colocada a unos metros de distancia. Entre ambas bateas se colocaban unas cuerdas que flotaban con ayuda de corchos y que formaban las calles para practicar natación cuando el Club Náutico todavía no tenía piscina. Asimismo, en el mismo malecón donde entonces estaba el edificio del Náutico Deportivo —-que luego se fusionó con el social—- y que ahora es utilizado como almacén de pequeñas embarcaciones, muchas personas se bañaban y disfrutaban del mar sin salir de la ciudad.
En la fotografía también se aprecia sobre la batea una portería de las utilizadas para practicar waterpolo, además de los cajones desde los que se tiraban los nadadores. Los botes —-barcas—- también pertenecían al Club Náutico y servían para que los socios pudieran dar paseos. Más al fondo se ve un pequeño barco del Práctico y, casualmente en la fecha en que fue tomada la fotografía, el yate Azor, el de Franco.
Al margen de cuestiones políticas lo que queremos destacar es que el mar estaba muy cerca de la ciudadanía. Luego, con los años, se realizaron diferentes proyectos para acercar Vigo al mar, pero en realidad lo fueron alejando cada vez más. Ojalá que las autoridades que actualmente dirigen el Puerto consigan recuperar esa distancia que otros le han robado a la ciudadanía.