La Alameda de Vigo, también conocida como Praza de Compostela, reúne una interesante colección de especies arbóreas, de arbustos y de plantas, y todavía sigue siendo el punto de encuentro y de paseo tranquilo de muchas personas, tanto nativas como foráneas.
El nombre de Alameda deriva de una inicial plantación de álamos y el arquitecto e historiador vigués José Antonio Martín Curty, miembro fundador del Instituto de Estudios Vigueses, realiza una pormenorizada descripción de este parque urbano ubicado en el centro de la ciudad de Vigo en su libro ‘Historia de la Alameda’, publicado en 1994 por el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia.
Por su parte, la Dirección Xeral de Patrimonio Natural de la Xunta de Galicia tiene inventariadas algunas especies singulares existentes en este rincón. Concretamente en la Alameda, además de numerosos magnolios, camelios, y castaños cuyos frutos servían de armas arrojadizas para las batallas infantiles, también hay dos casuarinas, de origen australiano y con una edad superior a los ciento veinte años, además de otras interesantes especies.
Este pulmón verde vigués, que suele pasar inadvertido por su proximidad cotidiana, surgió durante el siglo XIX, fue diseñado por el arquitecto municipal Domingo Rodríguez Sesmero, y en aquella época era conocido como ‘Parque del Ensanche’, en alusión a la zona donde entonces se estaba centrando el crecimiento de la ciudad. Luego, con el paso de los años, el parque se ha ido completando con varias esculturas de Camilo Nogueira y de José Luis Medina, y con una singular fuente luminosa en su parte central.