El otoño está destacando en la ciudad de Vigo por las intensas nieblas, por los días lluviosos, por unas temperaturas moderadas y por una gran humedad. Esto ocurre en contraste con las temperaturas elevadas de otras regiones del sur de España, donde la sequía constituye un grave problema. Sin embargo, Vigo y su entorno tiene un clima singular, con unas lluvias esporádicas que favorecen el verdor y que constituyen una importante reserva de agua. Algún día se conseguirá comercializar ese excedente que aquí infravaloramos y que tendría un gran valor en otras regiones, un negocio que está por venir.