La primavera se nota en el ambiente. La hierba cobra un verde más intenso y característico, las los arbustos y plantas florecen, y los árboles también aprovechan para dejar volar sus semillas, como es el caso de los chopos y los álamos. En la Avenida de Castelao, en la ciudad de Vigo, muchas personas aprovechan este escenario natural de la ciudad para disfrutar del buen tiempo paseando tranquilamente, para andar en bicicleta por el carril bici, o simplemente para descansar un rato bajo las arboledas. Pero lo más curioso es ese manto blanquecino que cubre parte del suelo. Parece nieve, sin embargo, se trata de semillas muy ligeras y de apariencia algodonosa, algo de especial belleza que podríamos llamar nieve de primavera y que no beneficia, precisamente, a quienes padecen de alergia.