Quienes hayan vivido el Vigo del siglo veinte recordarán los anuncios del comercio del a calle Policarpo Sanz haciendo mención a las características de bueno, bonito y barato de sus mercancías. “Las Tres BBB” tenía una clientela fiel que, sin duda, echará de menos su productos y sus ofertas. Ahora, como un vago recuerdo, sólo quedan sus escaparates vacíos y su puerta abierta dejando ver los maniquíes y algunas cajas vacías en las estanterías, esperando por alguien que nunca aparecerá salvo para tirar con todos esos restos a la basura, sin la piedad de una nota nostálgica en una ciudad que no repara en llevarse por delante los recuerdos de un pasado.