Antaño, esas antiguas edificaciones albergaban pequeños negocios que aún perviven en el recuerdo de muchas personas. Pero el paso del tiempo, la remodelación del Casco Vello, y los intereses urbanísticos, han vaciado los locales y las viviendas a la espera de mejores tiempos. Así las cosas, las fachadas, con las ventanas y las puertas tapiadas, constituyen un apetecible lienzo para los artistas urbanos, cuyas obras contribuyen a embellecer unos espacios que de otro modo carecerían de vistosidad e interés.