El calendario está lleno de refranes de todo tipo y estas fechas del año son susceptibles de los cambios más drásticos. Desde “febrerillo loco”, hasta aquel de “si marzo mayea, mayo marcea”, en relación a la inversión de lo que todos esperamos, que a medida que se acerca la primavera y el verano mejore el tiempo. En estas latitudes son frecuentes la nieblas matinales y vespertinas, sobre todo en estos meses.
La fotografía corresponde a las instalaciones de la Universidad de Vigo, ubicadas en lo alto de un monte, donde la humedad y las bajadas de temperatura son mayores. Hubiera sido mucho mejor que la Universidad de Vigo estuviera en las proximidades del núcleo urbano, quizá en la zona de Coia, pero las perspectivas inmobiliarias truncaron esa posibilidad. Además, en la época en la que se construyó la Universidad de Vigo, en vida de Franco, a las autoridades políticas no les interesaba tener demasiado cerca a los estudiantes por cuestión de las revueltas reivindicativas, que así quedaban al margen.