Las playas son frecuentadas en todas las épocas del año, y las instalaciones deportivas y los gimnasios nunca han tenido tanta aceptación. Todo esto, evidentemente, ha generado un negocio paralelo de prendas de vestir, complementos, de todo tipo y aparatos para facilitar los ejercicios. Pero en los últimos años también se han desarrollado artilugios para que los desplazamientos resulten más cómodos. Algunos de ellos parecen traídos de otros planetas: bicicletas eléctricas que ayudan a subir las cuestas, monopatines eléctricos con o sin sillín, plataformas con dos ruedas en paralelo, monoruedas eléctricas… Es un catálogo que crece día a día en el que tampoco faltan pequeñas motos eléctricas como la que se muestra en la fotografía, que se desplaza con rapidez y en silencio sorteando los obstáculos; son los nuevos vehículo urbanos.