Hace poco más de un siglo, el 20 de marzo de 1920, entraba en servicio una línea emblemática del tranvía de Vigo, la que conectaba con O Porriño, que a lo largo de 19 kilómetros recogía un trasiego de gentes que venían a vender productos del campo a la ciudad, en especial la leche fresca de cada día. Todavía en la actualidad se conservan en Mos dos postes de la catenaria de esta histórica línea, además de algunas vías que han sido musealizadas.
Ya a finales del siglo XIX hubo varios intentos de llevar el ferrocarril desde Vigo a Mondariz, el auténtico “Palacio mundial de las aguas” como lo denominó el premio Nobel de Literatura José de Echegaray. El industrial Enrique Peinador, gran impulsor del balneario y artífice de su prestigio internacional, constituyó la sociedad Tranvía de Vigo a Mondariz, con un capital social de un millón y medio de pesetas.
Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial y el fallecimiento del mecenas retrasaron el proyecto, para el que se firmó un acuerdo con la Electra Popular de Vigo y Redondela, para que suministrase la energía eléctrica. Asimismo, se construyeron dos puentes, uno de ellos de factura importante sobre el río Louro. También fueron comprados tres coches con 24 asientos y sendas plataformas en las que podían viajar otras 24 personas de pie. Años después de la inauguración, llegaron otros tres tranvías del modelo “Odessa”. Además, se firmó un acuerdo con Tranvías Eléctricos de Vigo porque el servicio en realidad llegaba hasta Cabral, donde conectaba con el tranvía que llevaba al centro de la ciudad.
Línea a Mondariz
La línea hasta Mondariz nunca pudo terminarse, aunque se hicieron obras importantes como el túnel de O Confurco. Tampoco se materializó un proyecto posterior para ampliar el servicio hasta Ponteareas e incluso hasta Tui. Junto al tranvía hasta Baiona, durante décadas todo ello fue el gran transporte metropolitano que Vigo no ha vuelto a disfrutar como en aquella época.
Xan Fraga
El historiador Xan Fraga, en su fundamental obra “Pontevedra-Vigo. Tranvías e trolebuses”, cuenta que al principio hubo menos pasajeros de los esperados, pero a mediados de siglo se contaban casi un millón anuales, una cantidad de viajeros muy apreciable. “No tranvía Mondariz-Vigo transportábanse case todo tipo de mercadorías como pan, leña e peixe”, escribe Fraga, “pero era sobre todo coñecido como o das “leiteiras”, pois ían moitas a vender o leite a Vigo, facendo ás veces verdadeiras artimañas para non pagar os 10 céntimos por lata que cobraban, por exemplo nos anos trinta, no fielato de Lavadores”.
Escultura en Zamáns
Para estas “leiteiras” el tranvía fue toda una revolución, permitiendo que la leche llegase fresca a los mercados de la ciudad desde Mos, donde hay un monumento en la parroquia de Dornelas dedicado a estas industriosas mujeres que transportaban la leche recién ordeñada. En la parroquia viguesa de Zamáns, hay otra escultura monumental dedicada a la misma temática.
Archivo Llanos
Por Mos, el tranvía circulaba por Petelos, Tameiga, Dornelas y Peinador. En la fotografía que ilustra este reportaje, que localizamos en el archivo Llanos, vemos a un grupo de personas y dos autocares que cubrían la ruta entre Vigo y Petelos. El lugar es la iglesia de San Mamede de Petelos, donde actualmente está el ayuntamiento, y se puede observar a la derecha la catenaria y los raíles del tranvía entre Vigo y O Porriño.
El tranvía entre Vigo y O Porriño estuvo en funcionamiento hasta 1967, durante casi medio siglo.