Esta fotografía corresponde a la Rúa Marqués de Alcedo, de Vigo, dedicada a Fernando Quiñones de León, quien fue propietario del Pazo de Castrelos y que donó a la ciudad de Vigo en 1924. Los árboles que adornan esta calle se llenan de tonalidades ocres en su estación otoñal, colores que resultan alegres a pesar de la tristeza de los días nublados y lluviosos.
Se trata de una calle céntrica y de intenso tráfico y donde aparcan muchos vehículos, sin embargo, en sus quehaceres cotidianos y con sus prisas, casi ningún transeúnte repara en esos detalles cromáticos ni tiene tiempo de descansar en esos bancos de piedra, y mucho menos para detenerse siquiera a contemplar la magnífica fuente de piedra realizada por Camilo Nogueira en los años sesenta del siglo XX, que está un poco más arriba y que representa a una mujer con su cántaro sobre la cabeza y una hija y un hijo a cada lado, perfectamente recuperada por el Concello de Vigo en el año 2013.
La Rúa Marqués de Alcedo constituye un paseo muy agradable para disfrutarlo con calma y para observar todos sus detalles, pero Vigo es una ciudad donde imperan las prisas.