En los alrededores de la ciudad de Vigo, en las costas de la ría que lleva su nombre, existen playas con enorme atractivo en cualquier época del año.
La playa de Samil, en la fotografía, sirve como ejemplo de la gran oferta de estos arenales de enorme belleza. Frente a las famosas playas de otras latitudes, algunas de ellas llenas de incómodos guijarros en vez de arena, las playas de Vigo ofrecen arena extraordinariamente fina y bañada con aguas cristalinas y frescas, lo que también constituye una ventaja durante la canícula.
En épocas otoñales e invernales estas playas incluso sirven para disfrutar de agradables paseos por la orilla, con enorme tranquilidad y con el sonido de las olas batiendo en la orilla. Además, casi siempre aparece alguna persona valiente que se anima a darse un chapuzón.