Las palomas y las gaviotas constituyen una incómoda plaga en muchos barrios de la ciudad de Vigo. Su imagen romántica contrasta con la suciedad que generan, que es muy corrosiva y que termina cubriéndolo todo.
Las palomas pueden transmitir algunas enfermedades importantes como la salmonelosis, que es una infección bacteriana que se propaga principalmente a través de la comida contaminada, y la histopolasmosis, que es una grave enfermedad respiratoria que se manifiesta por fiebre, tos y dolor en el pecho.
Las gaviotas, por su parte, son aves carroñeras que molestan principalmente a los clientes del sector de la hostelería. En los últimos años han ido perdiendo el miedo, anidan en los tejados y no se amilanan a la hora de hacerse con su comida, pudiendo resultar agresivas.
Así las cosas, no se comprende que algunas personas, seguramente ignorando todo esto que ahora comentamos, las alimenten y provoquen agrupamientos de estas aves en diferentes zonas. En la fotografía, tomada en la Avenida das Camelias, pueden observarse numerosas palomas apostadas en los alféizares de las ventanas de un edificio, en los salientes y en los balcones, e incluso en las cajas de conexiones de las líneas telefónicas, siempre a las mismas horas en las que algún vecino les echa de comer. Aunque sólo sea por cuestiones de higiene, es necesario controlar los colectivos de estas aves que invaden nuestros espacios urbanos.