Se trata de una irregularidad motivada por una falta de previsión para colocar un mayor número de contenedores. Pero a veces el contenedor tiene sitio de sobra, como ocurría en este caso, que comprobó personalmente el fotógrafo, y esas bolsas con formas extrañas resultan de apariencia muy sospechosa para la imaginación de algunos viandantes, porque ya no es la primera vez que alguien se deshace de restos humanos en bolsas de basura.