Este parece un buen lugar para tomar una caña o un vino. En todo caso un lugar ingenioso, con ese barril metido en una cabina telefónica que está cada vez más en desuso como consecuencia de los avances tecnológicos. Pero por mucho que cambien los tiempos la costumbre de disfrutar de un buen vino o de una buena cerveza no cambia. Y siempre debe hacerse con moderación, no vaya a ser que la Rúa Victoria, de Vigo, que ya está inclinada de un modo natural, llegue a provocar extrañas sensaciones si se abusa de la bebida. En ese caso siempre quedará el remedio de agarrarse al barril o a la cabina.